Me quedé en un retiro de yoga y no esperaba esto

Me alojé en un retiro de yoga en Koh Samui y no esperaba esto

Hay un momento que recuerdo de mi primera mañana en Koh Samui: el silencio antes del amanecer, el aire impregnado del aroma a frangipani, un gallo cantando en algún lugar de la vegetación enmarañada. Caminé descalza por las frescas baldosas hasta la sala de yoga, con el mundo apenas medio despierto, y me di cuenta: a veces, los descubrimientos más inesperados comienzan con el silencio.

Déjame llevarte a esta isla donde los cocos caen como bendiciones y el mar siempre está a la vista. Te compartiré lo que más me sorprendió de mi estancia en un retiro de yoga en Koh Samui y por qué creo que tú también podrías encontrar un poco de magia allí.


Donde la quietud se encuentra con el aire salado: Mi experiencia en un retiro de yoga

Llegué a Samahita Retreat (puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Samahita Retreat), con la maleta hecha un lío y la mente llena de prisas. El refugio está escondido en el extremo sur de la isla, donde las playas, como la de Bang Kao, son tranquilas, de arena fina y casi tímidas. El tipo de lugar donde verás pescadores recogiendo redes al amanecer y barcas de cola larga meciéndose suavemente con la marea.

Las sesiones de yoga se desarrollaban en una sala cubierta de bambú, abierta a la brisa marina. Había cánticos, sí, y asanas que me relajaban la columna, pero lo que más perduraba era el ritmo de la luz matutina que se deslizaba por el suelo y cómo la risa de la profesora hacía que todo pareciera posible.

Consejo: Si eres nuevo en retiros, no te preocupes por tu nivel. La mayoría de los lugares, incluyendo Samahita, reciben tanto a principiantes como a yoguis experimentados. El único requisito es la curiosidad.


Más allá de la esterilla: saboreando las pequeñas alegrías de Koh Samui

Había venido para hacer yoga, pero me encontré atraído por la lenta coreografía de la vida isleña.

Cocoteros y templos apacibles
Después de clase, caminé por callejones cubiertos de palmeras, donde los cocos cubrían el suelo. Si tienes tiempo, visita Wat Khunaram (puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Wat Khunaram), hogar del famoso monje momificado. El templo no es grandioso, pero transmite una serenidad que te cala los huesos: incienso ondeando en el aire, túnicas color azafrán ondeando, el tiempo transcurriendo al ritmo de una oración.

Comida callejera y mercados iluminados por las estrellas
Por las noches, seguía el aroma del ajo chisporroteante hasta el Mercado Nocturno de Lamai (buscar: Mercado Nocturno de Lamai). Aquí, los platos de pad thai se sirven con una sonrisa, y el arroz glutinoso con mango es tan suave como una nana. Recomiendo quedarse un rato; déjese tentar por los vendedores con pasta de curry y panqueques dulces de coco. No se apresure. Este es un lugar ideal para pasear.


La lección inesperada: la suficiencia

Había planeado una transformación, pero lo que encontré fue una revelación más discreta. Koh Samui, con sus mareas lentas y su cálida lluvia, me enseñó sobre la suficiencia. Sobre cómo a veces no es necesario perseguir la próxima gran novedad. A veces, el verdadero regalo es una siesta en una hamaca o una taza de té de limoncillo mientras los geckos cantan en el cielo.

Visión personal: Si te dejas llevar por el apacible ritmo de la vida isleña, quizá notes cómo se te relajan los hombros, cómo se te alarga la respiración y cómo el mundo se siente menos urgente. Hay belleza en esperar a que florezca el papayo, en cómo el mar huele diferente después de la lluvia.


Consejos prácticos para tu retiro de yoga en Koh Samui

  • Cómo llegar: El aeropuerto de Koh Samui está bien conectado. Es fácil encontrar taxis y songthaews (camiones compartidos); solo hay que acordar el precio antes de subir.
  • Dónde alojarse: Si Samahita no es tu estilo, prueba Vikasa Yoga Retreat (busca: Vikasa Yoga Retreat) en la costa este para disfrutar de espectaculares vistas al océano.
  • Qué traer: Ropa ligera, un pareo para las visitas al templo y una mente abierta. La mayoría de los retiros proporcionan esterillas y accesorios.
  • No te pierdas: Una puesta de sol en Fisherman's Village (búsqueda: Fisherman's Village Bophut), donde las antiguas fachadas de madera de las tiendas se encuentran con el mar y el mundo brilla dorado por un momento sin aliento.

Reflexiones finales: El alma de Samui

Salí de Koh Samui con arena aún en los zapatos y una nueva suavidad en mis pasos. Esta isla me enseñó que está bien bajar el ritmo, saborear y escuchar. A veces, lo que necesitas no es una gran aventura, sino un suave retorno a ti mismo.

Si vas, espero que encuentres lo que yo encontré: la tranquila alegría de estar exactamente donde estás, sin nada que hacer excepto respirar el aire salado y dejar que la isla te muestre su corazón.


¿Has experimentado la magia de Koh Samui? Comparte tus pequeñas alegrías en los comentarios. ¡Disfrutemos juntos de su belleza!

Zorica Škerlep

Zorica Škerlep

Editor cultural sénior

Con más de tres décadas dedicadas a crear historias y guiar a viajeros curiosos, Zorica Škerlep aporta una rica perspectiva cultural a Samui Love. Apasionada narradora con formación en antropología y periodismo de viajes, ha explorado los rincones menos conocidos del mundo, buscando siempre comprender qué hace único a cada lugar. Su carácter amable y su agudo ojo para los detalles ocultos la convierten en una guía de confianza para lectores deseosos de experimentar Koh Samui más allá de lo común. Es conocida por su enfoque reflexivo, su meticulosa investigación y su habilidad para entrelazar la historia, la gastronomía y las tradiciones locales en narrativas cautivadoras.

Comentarios (0)

Aún no hay comentarios aquí, ¡puedes ser el primero!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *