Me corté el pelo en Tailandia en Samui. ¿Me arrepiento o cambio de aires?
Hay un momento, entre el suave silencio de los cocoteros y el susurro salobre del Golfo de Tailandia, en el que te das cuenta de que viajar es más que ver. Es participar, a veces de maneras inesperadas. Mi propio y suave salto de fe ocurrió en un salón soleado en... Koh SamuiUn lugar donde los días huelen a frangipani y las noches zumban con las cigarras. Me hice un corte de pelo tailandés. ¿Fue un arrepentimiento o una mejora? Déjame llevarte allí, mechón por mechón.
El ritmo de la isla: donde las palmeras se encuentran con la posibilidad
Koh Samui es una acuarela viviente, sus colores se mezclan con el aire salado. Las mañanas aquí comienzan en la suave curva del... Playa de Chaweng—la zona más animada de la isla, donde los corredores al amanecer dejan huellas en la arena mojada. Puedes buscarla en Google Maps escribiendo: Playa de Chaweng.
Por todas partes, la vida se ralentiza al ritmo de la marea. Los lugareños venden mangos dulces en la carretera. Los tuk-tuks se detienen junto a la acera. Incluso el sol parece demorarse, como si tampoco tuviera prisa. Este ritmo es contagioso. Fue lo que me llevó a considerar un corte de pelo: algo impulsivo, algo local. Una forma de llevar conmigo, literalmente, un trocito del espíritu de Samui.
El Salón: Entre Tijeras y Serenidad
Me encontré vagando hacia Peluquería Samui, una modesta tienda justo al lado de la carretera principal en Pueblo de pescadores(Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Samui Hair Studio Fisherman's Village). El aire era fresco, con aroma a limoncillo y aceite de coco. La estilista, una amable mujer llamada May, me recibió con una sonrisa que le arrugó los ojos.
“¿Corto o largo?”, preguntó, con su inglés teñido de entonación musical tailandesa.
Dudé. Siempre me había sentido apegada a mi cabello: familiar, seguro. Pero viajar tiene una forma de convencerte de soltarlo. "¿Quizás un poco más corto?", aventuré, con la voz apenas por encima de un susurro, como si temiera que las tijeras me oyeran.
May asintió, entendiendo más que mis palabras. Empezó con un champú lento, casi meditativo, con un toque suave como la lluvia monzónica. Escuché el rítmico ruido del metal, las risas lejanas de la calle, la conversación relajada de lugareños y viajeros.
La transformación: más que solo cabello
Mientras May trabajaba, compartió fragmentos de la vida en la isla: cómo su familia se reúne para ver el atardecer en Playa de Bangrak (búsqueda: Bangrak Beach), el mejor arroz glutinoso con mango que ha probado en Mercado nocturno de la calle peatonal de Bophut (búsqueda: Mercado nocturno de Bophut Walking Street), la serenidad que encuentra en Templo Plai Laem (búsqueda: Wat Plai Laem), un templo donde las estatuas blancas brillan bajo el sol de la tarde.
Mi propio reflejo cambiaba con cada pasada de sus tijeras. Las capas se desprendían, más ligeras, más sueltas. Me di cuenta de que no se trataba solo del cabello, sino de desprenderse de lo viejo y hacer espacio para algo nuevo.
¿Arrepentimiento o renovación? La silenciosa alegría de la rendición
Cuando May me dio la vuelta, apenas me reconocí. Mi pelo era más corto, sí, pero también más suave, peinado con una sensación de frescura y naturalidad, muy propio de Koh Samui. Sonreí, sintiéndome a la vez extraña y familiar.
¿Me arrepentí? Ni por un instante. De hecho, el corte de pelo se convirtió en mi pequeño símbolo de Samui: una mejora, no solo en mi apariencia, sino en mi forma de ser. Me encontré caminando por los callejones sombreados de Playa de Lamai (búsqueda: Playa Lamai), la brisa del mar acariciando mi nuevo cabello, sintiéndome aliviada y silenciosamente emocionada.
Consejos para la remodelación de tu propia isla
Si tienes la tentación de probar un corte de pelo local en Koh Samui, esto es lo que aprendí:
1. Abraza la experiencia
Los salones tailandeses suelen ser cálidos y acogedores. No tengas miedo de comunicar tu estilo, pero también deja espacio para el toque local: saben cómo adaptarse al clima tropical y la humedad.
2. Disfruta del ritual
Solo el masaje de cabeza durante el champú ya vale la pena. Relájate. Deja que el mundo se calme.
3. Pide recomendaciones a los lugareños
Desde elegantes salones en Chaweng hasta acogedoras tiendas familiares en zonas más tranquilas como Maenam (búsqueda: Playa Maenam), el boca a boca conduce a los mejores descubrimientos.
4. Combina tu nuevo look con la exploración
Después de tu corte, pasea por la isla. Visita los ornamentados salones de Templo Khunaram (búsqueda: Wat Khunaram), o quédese un rato con un batido de coco en El Club de la Jungla (búsqueda: The Jungle Club Koh Samui) con sus vistas panorámicas de la costa esmeralda.
Una última reflexión: llevar a Samui conmigo
Mucho después de irme, veía mi nuevo cabello en una ventana y recordaba las suaves manos de May, las risas de la calle, la cálida calma de la brisa de Samui. Viajar nos cambia, a veces de forma audaz, a veces en los discretos centímetros que recortamos.
Así que, si alguna vez te encuentras en esta isla resplandeciente, déjate llevar, ya sea por las tijeras, el mar o simplemente por la serena belleza de los días de Samui. A veces, un pequeño cambio es el mejor recuerdo.
Comentarios (0)
Aún no hay comentarios aquí, ¡puedes ser el primero!