Me alojé en un hotel en una casa del árbol en Samui y ¡wow!

Me alojé en un hotel en una casa del árbol en Samui y ¡wow!

Si alguna vez has querido despertar a tu Robinson interior, pero con mejor wifi y menos riesgo de lesiones por comer cocos, te presento mi última obsesión: la experiencia en un hotel con casa en el árbol en Koh Samui. Sí, leíste bien: dormí en un árbol. Y sí, fue absolutamente épico.

Permítame guiarlo a través del dosel de mi experiencia, desde el vertiginoso registro hasta la serenata del amanecer de las aves de la jungla (además de algunos consejos por los que me agradecerá más adelante).


La llegada: Tarzán, pero que sea boutique

Primero lo primero: los hoteles en casas del árbol no son los típicos alojamientos para mochileros. Llegué a la propiedad —toda palmeras exuberantes y monos traviesos en lo alto— y me recibió un miembro del personal que me ofreció un coco fresco. (Cinco estrellas al instante. Soy un hombre sencillo).

Mi hogar durante los siguientes tres días se alzaba sobre robustos pilotes, con una escalera de caracol que ascendía en un abrazo de hojas. ¿Dentro? Piensa en una fusión de boho chic y eco-lujo: hamacas tejidas, muebles de madera flotante y una cama tan mullida que por un momento pensé en hibernar.

Consejo profesional: ¡Viaja ligero! Cargarás con tu maleta por una escalera diseñada para monos ágiles, no para humanos atiborrados. Créeme, sí. no Quiero ser esa persona que coloca torpemente una maleta con ruedas entre las ramas de un árbol.


Vivir en la jungla: los sonidos, las vistas, las ardillas

Siendo sincero: esperaba algunos bichos. (Mosquitos, qué astutos demonios). Pero lo que no esperaba era el sonido envolvente de la naturaleza. La noche era una sinfonía: grillos, ranas y, en un momento dado, lo que estoy convencido era un geco haciendo beatboxing.

Las mañanas, sin embargo, eran algo diferente. Cada día me despertaba con la luz del sol filtrándose entre las hojas, los pájaros cotilleando fuera de mi ventana y el lejano aroma de los panqueques del desayuno de alguien flotando entre las copas de los árboles. Nunca me había sentido tan en paz, ni tan tentado a empezar mi propio vlog de observación de aves.

Mini guía de supervivencia: Lleva una linterna (el camino de regreso por la noche es un poco a tu aire) y disfruta de despertarte temprano. ¿Un café al amanecer en tu balcón privado? ¡Una delicia!


Las ventajas: más que una cama genial

Hablemos de las comodidades, porque esta no era una cabaña infantil en el árbol. Mi casa del árbol tenía una ducha de lluvia con vistas a la selva, un minibar con aperitivos locales (el mango deshidratado es una nueva adicción) y, ¡agárrense!, una bañera privada al aire libre. Sí, me di un baño de burbujas bajo las estrellas. Sí, fue tan mágico como parece.

El hotel ofrecía clases de yoga en una plataforma de bambú, caminatas guiadas por la jungla y una piscina infinita que me hizo sentir como Mowgli con una tarjeta de crédito platino.

Alerta de refrigerio: No te pierdas el curry de coco del restaurante del hotel. Estoy seguro de que le añaden un toque de polvo de hadas.


Lo inesperado: Cuando la naturaleza llama (literalmente)

Seamos realistas por un minuto. La naturaleza es... justo ahíUna noche, una ardilla decidió acompañarme a tomar el té en el balcón. Otra noche, me acerqué demasiado a un geco curioso mientras me cepillaba los dientes. Todo es parte de la diversión, y sinceramente, no cambiaría esos momentos por nada.

Consejo útil: Si eres aprensivo, simplemente recuerda: eres un invitado en su casa. Además, mantén tus bocadillos sellados (la fauna local es muy emprendedora).


¿Por qué deberías probarlo (al menos una vez)?

Alojarse en un hotel con casa en el árbol en Samui es como reiniciar el alma. Es la combinación perfecta de aventura y comodidad, aislamiento y comunidad, todo en un entorno frondoso y soleado.

Ya seas un explorador solitario, una pareja romántica o una familia de aventureros en ciernes, este es el tipo de historia de viaje que contarás durante años. (Extra: tu Instagram nunca se verá mejor).


Reflexiones finales: Empaca tu espíritu aventurero

Si se te antoja algo salvaje, maravilloso y totalmente inolvidable, alójate en un hotel con casa en el árbol en Samui. Trae tu curiosidad, tu repelente de insectos y tu mejor grito de Tarzán: te espera la magia que solo ocurre cuando duermes en los árboles.

¡Nos vemos en el dosel, amigos! 🌴🦜

Eurico Caldas

Eurico Caldas

Explorador de contenido

Eurico Caldas, de 19 años, es un narrador apasionado con un don para descubrir tesoros escondidos y experiencias locales auténticas. Criado en un pueblo costero y apasionado por los viajes, aporta una perspectiva fresca y aventurera a Samui Love. Eurico se especializa en conectar con jóvenes viajeros, ofreciendo información privilegiada sobre los lugares más geniales de la isla, descubrimientos gastronómicos y vibrantes eventos culturales. Conocido por su curiosidad, creatividad y trato amable, destaca por convertir cada viaje en una narrativa cautivadora.

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