Si alguna vez has soñado con la suave brisa de los cocoteros, la calma de las olas turquesas y un toque de misterio escalofriante, Koh Samui te llama. Mi última aventura en solitario en esta isla se trató menos de tomar el sol y más de ponerte la piel de gallina: visité lo que los lugareños llaman el resort más embrujado de Samui. Solo. ¿Fue aterrador? Totalmente. ¿Fue hermoso? Inolvidable.
Permíteme llevarte en un viaje a través de playas iluminadas por la luna, pasillos crujientes y los irresistibles sabores de Samui, con consejos prácticos para aprovechar al máximo tu propia escapada un poco espeluznante.
El Resort: Donde las sombras susurran
Ubicado en el extremo más alejado de la playa de Chaweng, el Retiro y spa del Gran Buda Ban SabaiSegún cuentan las historias, se asienta sobre un terreno que antaño fue un cementerio sagrado. Creas o no en fantasmas, en cuanto cruzas su umbral cubierto de enredaderas, sientes la historia vibrar en el aire. Mi habitación daba al agitado Golfo de Tailandia; la brisa marina era salada y perfumada con frangipani.
El complejo en sí es una colección desorganizada de antiguas villas de teca, donde cada tabla crujiente del suelo recuerda décadas pasadas. Por la noche, el viento parecía susurrar secretos a través de las mamparas de bambú. No diré que vi un fantasma, pero sí oí pasos en el pasillo a las dos de la madrugada, y la llave de mi habitación desapareció una vez, solo para reaparecer en mi maleta. ¿Coincidencia? Quizás. Pero mi corazón latía con fuerza.
Consejo: si eres sensible a lo sobrenatural, solicita una habitación cerca del vestíbulo; el personal dice que los espíritus son más amigables allí.
Playa de Chaweng: calma y sol (de día)
Para anclarme en el aquí y ahora, me escaparía al tramo polvoriento de Playa de Chaweng Cada mañana. La arena es color crema, tan fina que cruje bajo los pies. Los vendedores pasan con mango dulce, maíz asado y cocos partidos de un solo machete. Yo bebía a sorbos mi agua de coco, dejando que el sol disipara la inquietud de la noche.
Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Chaweng Beach.
Consejo: Llegue temprano, antes de las multitudes, para ver a los pescadores locales recoger sus redes. El resplandor del amanecer en el agua es pura magia.
Wat Phra Yai: la mirada del Gran Buda
Ningún viaje a Samui está completo sin una visita a la maravilla dorada de Wat Phra Yai (Templo del Gran Buda) En el extremo norte de la isla. El Buda de 12 metros se yergue serenamente sobre el mar, con pétalos de loto desplegándose a sus pies. Subí la escalera flanqueada por un dragón; el aire estaba impregnado de incienso y del aroma a jazmín de las ofrendas florales.
Mirando hacia atrás desde la plataforma, se puede ver el resort escondido entre las palmeras. Es fácil sentirse pequeño a la sombra de tanta historia, sagrada y espectral a la vez.
Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Wat Phra Yai.
Consejo: Vístase de manera respetuosa (hombros y rodillas cubiertos) y programe su visita para la tarde, cuando el sol tiñe la estatua con una luz color miel.
Bocados y cervezas: alimentando a los valientes
Las noches de nerviosismo requieren comida reconfortante. A poca distancia del resort, encontré consuelo en Restaurante tailandés Supattra, donde el curry massaman es una fragante sinfonía de canela, coco y tierna carne. El ambiente al aire libre brilla con luces de colores, y el personal te recibe como en familia.
Para el sustento de la mañana siguiente, me encantaba El Club del Café – Koh Samui, donde el flat white es robusto y los panqueques de plátano son una delicia suave y pegajosa.
Puedes buscarlos en Google Maps escribiendo: Supattra Thai Dining; The Coffee Club Koh Samui.
Consejo: No te pierdas el arroz glutinoso con mango recién hecho. Es el dulce complemento perfecto para una noche de escalofríos.
Atardecer en la playa de Maenam: Calma tus sentidos
Si sus nervios necesitan calmarse después de una noche fantasmal, diríjase al tranquilo tramo de Playa de MaenamLa arena dorada es más tranquila aquí, rodeada de palmeras ondulantes y salpicada de rústicos chiringuitos. Observé cómo el sol se ocultaba en el horizonte, saboreando un mojito de limoncillo mientras el cielo se teñía de rosa.
Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Maenam Beach.
Consejo: Pruebe un masaje en la playa al atardecer: los terapeutas locales instalan tumbonas en la arena y el sonido rítmico del mar es la mejor canción de cuna.
Reflexiones finales: Abrazando la mística de Samui
Alojarme sola en el resort más embrujado de Samui no fue solo una prueba de valentía, sino una invitación a descubrir el lado más salvaje de la isla. Entre las historias de fantasmas y el apacible ritmo de la vida local, me sentí más valiente, más curiosa y más enamorada del brillante y misterioso corazón de Koh Samui.
Si vas, mantén la mente abierta, los sentidos alerta y la linterna a mano. ¿Quién sabe qué descubrirás cuando los cocoteros empiecen a susurrar y la luna brille en el agua? En cuanto a mí, recordaré el aroma del frangipani, el sabor del curry y la sensación de que en Samui, cada historia, por fantasmal que sea, cobra vida.
¿Has tenido una experiencia de viaje embrujada? ¡Compártela abajo! Y si vas a Koh Samui, deja que tu curiosidad te guíe.
Comentarios (0)
Aún no hay comentarios aquí, ¡puedes ser el primero!