Tomé una clase de boxeo tailandés en Koh Samui y me noquearon.
Por Mehrzad
Aterrizaje en el paraíso: sol, arena y… ¿guantes de boxeo? de Koh Samui
Todavía recuerdo la primera vez que pisé Koh Samui. La isla me recibió con una brisa cargada de frangipani, la promesa de batidos de coco y un paisaje sacado de un viaje de ensueño. Imagínatelo: olas turquesas rompiendo en la fina arena de la playa de Chaweng, la luz dorada del sol salpicando el Templo del Gran Buda y... espera, ¿eso es un grupo de gente sudorosa peleándose en un ring de boxeo?
Spoiler: Sí. Y una de esas personas sudorosas se convirtió en mí.
¿Por qué Muay Thai? (O: Cómo terminé de espaldas)
Como cualquier viajero que se precie, vine a Koh Samui por las playas y el arroz glutinoso con mango. Pero después de una semana de baños relajantes y cócteles al atardecer en Fisherman's Village, empecé a desear algo diferente. Fue entonces cuando me topé con un folleto de una clase de boxeo tailandés en Superpro Samui (búscalo en Google Maps escribiendo: Superpro Samui).
"¡Aprenderás el arte de las ocho extremidades!", prometía. "¡No necesitas experiencia!"
¿Qué podría salir mal?
Sudor, sonrisas y Superpro Samui
Superpro Samui es el tipo de lugar donde el aire vibra con energía. El ring está abierto al aire húmedo, rodeado de luchadores de todos los niveles: algunos preparándose para combates profesionales, otros (como yo) simplemente intentando no tropezar con sus propios pies.
Los entrenadores, a partes iguales sargento instructor y monologuista, me recibieron con cálidas sonrisas y una rápida lección: "¡Jab! ¡Cross! ¡Gancho! ¡Codazo! ¡Y ahora, patada!". En veinte minutos, estaba sudando a mares y aprendiendo a respetar la humilde comba.
Consejo profesionalTrae mucha agua. Y si olvidaste tu orgullo en casa, no te preocupes, lo perderás de todas formas después de la primera ronda de entrenamiento con las almohadillas.
Ser derribado (pero no eliminado)
A mitad de la pelea, nos emparejamos para un combate muy suave. Mi compañero, un australiano fibroso con una sonrisa pícara y un gancho de izquierda formidable, se movía como un colibrí. Yo me movía como una jirafa asustada.
Digamos que, tras una patada circular particularmente ambiciosa (léase: torpe), me encontré de espaldas, mirando fijamente el cielo de Samui. Mi orgullo estaba herido, pero mi ánimo estaba por las nubes. Hay algo deliciosamente humilde en literalmente caer sobre la lona en el paraíso.
Reabastecimiento al estilo Samui: Comida para luchadores
Después de clase, nada sabe mejor que un plato de arroz frito y un batido de coco. Me acerqué a El café Hut (Búscalo en Google Maps escribiendo: The Hut Cafe Koh Samui), un favorito local en Bophut. Su curry Massaman es legendario: cocinado a fuego lento durante horas, rico y picante, con el toque justo de dulzura.
El consejo de MehrzadNo tengas vergüenza de pedir “pet nit noi” (un poco picante), a menos que estés dispuesto a sudar más de lo que lo hiciste en el ring.
Más allá del anillo: explorando los mejores lugares de Koh Samui
Una vez que sobreviví a mi bautismo de boxeo, me recompensé con un largo y tranquilo recorrido por la isla:
- Wat Phra Yai (Templo del Gran Buda)Un Buda dorado de 12 metros contemplando serenamente el mar. Es tan tranquilo como mi siesta después de un nocaut. Búscalo en Google Maps escribiendo: Templo del Gran Buda Wat Phra Yai.
- Playa de ChawengPara aquellos que prefieren nadar en lugar de entrenar, el animado tramo de arena de Chaweng es perfecto para observar a la gente y dar paseos al atardecer.
- Pueblo de pescadoresVen al mercado nocturno de los viernes y quédate para disfrutar de los mariscos a la parrilla y la música en vivo. Búscalo en Google Maps escribiendo: Fisherman's Village Bophut.
Ronda final: ¿Deberías probar el Muay Thai en Koh Samui?
¡Por supuesto! Tanto si eres un fanático del fitness como si eres un principiante curioso, el Muay Thai es una forma salvaje, sudorosa y realmente divertida de conectar con la cultura tailandesa. Te ganarás tu Pad Thai, créeme.
Y si te encuentras parpadeando ante el cielo azul, sin aliento pero sonriendo, recuerda: cada nocaut es una historia. Y en Koh Samui, las historias son tan vibrantes como las puestas de sol.
¿Listo para subir al ring?
La próxima vez que estés en Koh Samui, visita Superpro Samui o cualquiera de los acogedores gimnasios de la isla y saca a tu guerrero interior. Puede que te sorprendas o, al menos, crees recuerdos inolvidables y hagas nuevos amigos.
¡Nos vemos en el ring (o en la playa, con un batido de coco en la mano)!
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