Tomé una clase de tailandés en Samui: esto es lo que aprendí

Hay un momento, generalmente justo después del amanecer, en que Koh Samui despierta con un suspiro. La brisa salada acaricia las hojas de los cocoteros, y las primeras motos avanzan lentamente por las tranquilas calles, con sus conductores aún somnolientos pero decididos. Fue durante una de estas tranquilas mañanas, con una taza de café tailandés bien cargado en la mano, que decidí apuntarme a una clase de tailandés. Quería ir más allá del saludo "sawadee krap", para empaparme del alma de Samui, frase por frase.

¿Por qué aprender tailandés en Koh Samui?

Llevaba años viniendo a Koh Samui, atraído por su tapiz de selvas esmeralda y aguas cristalinas. Pero me di cuenta de que el idioma es el pasaporte más auténtico. Es la diferencia entre ser un espectador y formar parte del apacible ritmo de la isla. Incluso unas pocas palabras pueden transformar una sonrisa en una conversación, una transacción en una amistad.

Encontrar la clase adecuada

En Koh Samui no faltan escuelas de idiomas, pero me decidí por... Escuela de idiomas de Samui En Chaweng. Sus aulas, con aire fresco, dan a calles secundarias concurridas, un escenario perfecto para combinar el estudio con la observación de la gente. (Puedes buscarla en Google Maps escribiendo: Escuela de Idiomas Samui).

Consejo: Muchas escuelas ofrecen clases de prueba. ¡Prueba una! Cada profesor tiene su propio estilo, y encontrar el profesor adecuado es tan importante como el libro de frases adecuado.

Mi primera lección: La risa y el limoncillo

En mi primer día, nuestra profesora, Khun Fon, nos recibió con esa inconfundible calidez tailandesa. «Mai pen rai», dijo con una amplia sonrisa. No os preocupéis. La frase se convertiría en un mantra, un bálsamo para cada sílaba mal pronunciada.

Empezamos con lo básico: saludos, números, el melódico subir y bajar de tonos. El aire del aula traía el aroma a limoncillo de un mercado cercano, y afuera, las risas de... Mercado nocturno de Chaweng Parecía flotar, como si estuviera deseando unirse a nuestra clase. (Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Mercado Nocturno de Chaweng).

Más allá del aula: dónde practicar tailandés en Samui

En el mercado

Una de mis tareas favoritas para hacer en casa era pasear por el Calle peatonal del pueblo de pescadores Un viernes por la noche. Los vendedores apreciaron mis torpes intentos de comer comida tailandesa, y a veces me recompensaban con una sonrisa más grande o una brocheta extra de moo ping. (Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Fisherman's Village Walking Street).

En la playa

La playa de Lamai, con sus arenas doradas y sus tardes tranquilas, se convirtió en mi aula improvisada. Charlaba con los vendedores de fruta o con el anciano que vende sombreros tejidos a mano. Cada conversación era una pequeña victoria: un puente construido, por inestable que fuera.

(Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Lamai Beach.)

En el templo

Una visita a Templo Plai Laem Me ofreció otra oportunidad. Saludé en tailandés a los monjes vestidos con túnicas azafrán, haciendo una reverencia torpe pero sincera. Los intrincados mosaicos del templo brillaban bajo el sol del mediodía y, por un instante, me sentí parte integral de la esencia de Samui.

(Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Wat Plai Laem.)

Lo que aprendí y lo que gané

Aprender tailandés en Samui no se trataba solo de verbos y vocales. Se trataba de escuchar: la cadencia de las conversaciones en el mercado, el suave aliento de los profesores, la risa que se mece en la brisa del atardecer. Se trataba de humildad y paciencia, y de la alegría de cometer errores en buena compañía.

Mi palabra favorita se convirtió en "sanuk": diversión, alegría, el espíritu de disfrutar la vida. Es lo que mantiene viva la isla, desde las mañanas soleadas en Muelle de Bang Rak A las noches iluminadas por luciérnagas en El Club de la Jungla (Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: The Jungle Club Koh Samui.)

Consejos para tu propio viaje lingüístico

  • Empieza poco a poco: Aprende algunas frases cada día. Incluso decir "gracias" (khop khun krap/ka) es muy útil.
  • No temas a los errores: Los tailandeses son famosos por su capacidad de perdonar, y la risa es la mejor maestra.
  • Practica en todas partes: En tuk-tuks, en puestos de fideos o mientras regateas por un pareo en Festival Central de Samui(Puedes buscarlo en Google Maps escribiendo: Central Festival Samui).
  • Afina tu oído: El tailandés es tonal: escucha tanto como hablas. La isla es tu aula.

Un pensamiento de despedida

Al dejar Samui, las canciones y los aromas de la isla me acompañaron. Mi tailandés aún era vacilante, pero cada palabra fue un paso más allá: a través del idioma, a través de las culturas, hacia el corazón de este hermoso lugar. Si te encuentras en Koh Samui, toma una clase, aprende una frase y deja que la isla te enseñe su dulce sabiduría. Te irás más rico que cuando llegaste, te lo prometo.

Sawadee krap, amigo mío, hasta que nos encontremos nuevamente en las soleadas costas de Samui.

Eustorgio Quijano

Eustorgio Quijano

Corresponsal Cultural Senior

Eustorgio Quijano aporta a Samui Love más de cuatro décadas de experiencia en periodismo y exploración cultural. Tras haber dedicado gran parte de su carrera a descubrir historias inéditas en Latinoamérica y el Sudeste Asiático, Eustorgio es conocido por su profunda curiosidad y su enfoque empático. Su trabajo conecta las tradiciones locales con el público global, convirtiéndolo en una voz de confianza para los viajeros que buscan experiencias auténticas. De carácter amable y gran pasión por la narración, disfruta conectando con personas de todos los orígenes, siempre dispuesto a compartir las joyas ocultas y las costumbres ancestrales de la isla.

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