Las playas más bonitas de Samui que no están en Google Maps
Hay un cierto placer en descubrir algo por uno mismo: un sendero sinuoso que baja a una cala, el silencio de las palmeras arqueándose sobre una medialuna de arena. Y Koh Samui, a pesar de todos sus relucientes balnearios y lugares turísticos populares, aún guarda algunos secretos. Escribí esta entrada para el viajero que prefiere el ritmo lento de las mareas y la emoción de descubrir un lugar que aún no aparece en los brillantes puntos de Google Maps. Caminemos juntos en silencio, ¿de acuerdo?
Las bahías susurrantes entre Bang Por y Ban Tai
La costa norte de Koh Samui se siente como una lánguida exhalación. Entre la playa de Bang Por y el pueblo de Ban Tai, hay pequeñas calas sin nombre donde la arena tiene el color del coco tostado y el mar es cristalino por la mañana.
Uno de mis rituales favoritos es salir temprano, antes de que el sol suba, y seguir el sendero de pescadores que serpentea tras los tranquilos bungalows de la playa. Escucha el suave traqueteo matutino de las pequeñas cocinas familiares, con el aroma a lima kaffir flotando. Verás un hueco entre las palmeras, sin señales, solo un sendero de arena que lleva a una bahía escondida; sin tumbonas, sin música, solo el suave rumor de las olas y quizás algún perro durmiendo la siesta a la sombra.
Consejo: Empieza en la playa de Bang Por. Puedes buscarla en Google Maps escribiendo: "Playa de Bang Por". Camina hacia el oeste, manteniéndote cerca de la costa. Estas pequeñas calas no tienen nombre, pero confía en tu curiosidad: las reconocerás cuando las encuentres.
Arenas secretas bajo Wat Khao Chedi
Al sur de Samui, más allá de la famosa pagoda Laem Sor, una estupa dorada que brilla contra el cielo, se alza Wat Khao Chedi. Pocos se atreven a recorrer el polvoriento sendero que hay detrás del templo, pero si lo haces, encontrarás un rincón de playa apartado que parece suspendido en el tiempo.
Recuerdo la primera vez que llegué aquí: el calor del mediodía se suavizaba con una brisa perfumada con frangipani, y las únicas huellas en la arena eran las mías y las de un par de garzas curiosas. El agua es poco profunda, perfecta para vadear, y la vista se extiende hasta las Cinco Islas, sombreadas por las nubes en la distancia.
Cómo encontrarlo: Busca Wat Khao Chedi en Google Maps y, al llegar, dirígete hacia el mar, detrás del templo. No hay un nombre de playa marcado; simplemente sigue tu olfato y el tenue rastro entre la hierba.
La cala de coral intacta al sur de Silver Beach
La mayoría de los viajeros conocen Silver Beach (Haad Thong Ta-khian) por su fina arena y sus cafés junto a la playa. Pero si te animas a escalar algunas rocas y rozar los hibiscos silvestres, hay una pequeña cala rocosa al sur donde los niños de la zona a veces pescan y el coral es sorprendentemente vibrante.
Me gusta venir aquí al final de la tarde, cuando el sol se pone y el mar se tiñe de oro fundido. No hay chiringuitos, solo el suave roce de las olas contra la piedra y las risas lejanas de Silver Beach.
Instrucciones: Comienza en Silver Beach (busca "Silver Beach Koh Samui" en Google Maps). Dirígete hacia el sur por las rocas al final de la bahía. Lleva sandalias resistentes; las rocas pueden estar resbaladizas, sobre todo después de la lluvia.
El rincón del pescador de Maenam
La playa de Maenam se extiende kilómetros, pero entre la playa principal y la desembocadura del río Maenam se encuentra un tranquilo rincón donde los pescadores cuidan sus barcas y los niños juegan entre la madera flotante. Esta no es una playa que aparezca en folletos de lujo, pero su belleza sencilla y natural es inconfundible.
En mi última visita, vi a un anciano reparar su red, tarareando una melodía más antigua que los caminos de la isla. Me dio una rodaja de sandía y vimos cómo el sol se ponía tras Koh Phangan, y el cielo se tornaba del color de la papaya madura.
Cómo encontrarlo: Busca la playa de Maenam en Google Maps y camina hacia el este, hacia la desembocadura del río. Pasarás las casas de huéspedes principales; sigue recto hasta que veas los barcos agrupados en la arena.
Algunos recordatorios suaves para el alma errante
- Respetar la vida local: Muchas playas escondidas están cerca de pueblos pesqueros o casas de familia. Una sonrisa y un gesto respetuoso marcan la diferencia.
- No dejar rastro: Saca todo lo que traigas. Mantengamos estos lugares salvajes para quienes nos siguen.
- Abraza lo desconocido: La belleza de estas playas secretas reside en descubrirlas. No tengas miedo de perderte un poco. Ahí es donde empiezan las mejores historias.
Las playas escondidas de Koh Samui se centran menos en la selfie perfecta y más en la quietud del mar, la sombra de un cocotero, la sensación de encontrar un lugar que, por un instante, existe solo para ti. Que el sol te acaricie los hombros y que siempre encuentres el camino de regreso, aunque solo sea en el recuerdo.
Buen viaje,
Eustorgio
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